El bacalao en la gastronomía portuguesa
Aprenda cómo el bacalao se ha hecho tan popular en la identidad y la cultura portuguesa, y descubra algunos de los lugares de Lisboa donde puede probar esta maravilla de la gastronomía nacional.
No es un secreto que la gastronomía portuguesa es tan variada como deliciosa, normalmente uno de los puntos más apreciados por los que nos visitan. Pero entre toda la variedad, hay un plato típico y obligatorio: el bacalao.
Hoy en día, en Portugal se consume anualmente el equivalente al 20% de todo el bacalao capturado en el mundo.
¿Pero por qué, un pez que habita en aguas distantes de las costas portuguesas se convirtió en un icono típico de la gastronomía nacional?
El primer registro histórico de esta relación se remonta a 1353, en un acuerdo comercial entre Portugal e Inglaterra, en el que el soberano inglés autorizó la pesca en las costas británicas por un período de 50 años, lo que sugiere desde el principio la importancia de este pescado en la dieta nacional.
En ese momento, Portugal era un país con un contenido católico preponderante, con una gran influencia del Clero en las costumbres de las poblaciones. Una de las imposiciones religiosas era el ayuno de carne en períodos específicos del año, como la Cuaresma (40 días antes de la Pascua), o la Navidad. Como la flota pesquera de la época no podía satisfacer las demandas de la población, el bacalao salado se presentó como una solución práctica y económica para la mayoría de la población.
Con estas características de conservación, el bacalao también desempeñó un papel muy importante en la expansión marítima al proporcionar una parte importante de los alimentos para las tripulaciones de los buques.
Con el tiempo, este pescado se ha convertido en algo profundamente intrincado en la tradición y la cultura lusófona, convirtiéndose en un plato obligatorio para los portugueses en Navidad.
Si quiere saber más sobre la historia del bacalao, le recomendamos una visita al Centro Interpretativo de la Historia del Bacalao, situado justo al lado de la Praça do Comércio, a sólo 15 minutos a pie del Hotel, donde podrá incluso comprar este precioso pez, o degustarlo en su propio espacio.
Dada su popularidad, hay muchos buenos restaurantes que se pueden encontrar en Lisboa para disfrutar de una comida de este manjar tan portugués. Dejamos aquí algunas recomendaciones entre las varias posibilidades:
El Clube do Bacalhau, en Cais do Sodré, situado justo al lado de la Rua do Arsenal, uno de los antiguos lugares centrales del comercio del bacalao. El edificio del restaurante se construyó después del gran terremoto de 1755, y ya era una panadería y un taller de motores náuticos, conservando en sus bóvedas de ladrillo elementos decorativos de la época. En la planta baja, al igual que en el menú, lo más destacado es el bacalao como elemento central de la cultura portuguesa.
En las Nuevas Avenidas encontrarás a Laurentina, el Rey del Bacalao. Esta casa tiene una enorme tradición y una historia de casi 50 años para proporcionar el placer de una verdadera comida de bacalao, confeccionada de varias maneras. Además, todo el proceso es 100% artesanal, desde la pesca pasando por la demolición hasta la confección.
La Casa do Bacalhau, en Beato, es otro restaurante donde el exclusivo menú está dedicado al noble rey de la mesa portuguesa. Se dice que en el lugar del restaurante estaban los antiguos establos del Palacio del Duque de Lafões, y de hecho, el área que hoy ocupa el restaurante, es la parte del edificio donde el Duque y su familia aún habitan hoy.
Es imposible venir a Portugal sin probar el bacalao, ya sea en À Gomes de Sá, À Brás, en pasteles o pataniscas, es realmente obligatorio.
Y en caso de duda, el personal del Hotel Portuense siempre estará dispuesto a ayudarle a tomar la mejor decisión.